En un entorno en constante evolución, una Secretaría General moderna debe adaptarse a los cambios, ajustándose a las modificaciones legales y garantizando, a través de la Asesoría Jurídica, que todas las actividades se realicen conforme a la normativa vigente. La adaptación al marco normativo de la LOSU que deberá acometerse de forma inminente es un ejemplo de ello, velando por su legalidad y coherencia interna, y promoviendo un proceso basado en el diálogo, el consenso y la participación de todos los sectores implicados, creando así un entorno de trabajo seguro y confiable.
La innovación y la administración electrónica, en colaboración con los demás ámbitos del equipo de gobierno, son asimismo esenciales para esta adaptación. Esto incluye el desarrollo de la administración electrónica, la modernización de los procesos internos y la mejora de la eficiencia y accesibilidad de los servicios. En este sentido, la Oficina de Registro y el Archivo General prestan apoyo administrativo, consolidándose este último como la unidad especializada en la gestión documental y la formación de la comunidad universitaria en estas técnicas. En el marco del Plan de Impulso de la Administración Electrónica, se han implementado soluciones TIC que soportan la gestión documental a través de medios electrónicos, contribuyendo a la racionalización y calidad del sistema universitario. Además, se ha implantado un sistema integral y corporativo que facilita la gestión administrativa, garantiza la conservación y difusión del patrimonio documental y apoya la gestión del conocimiento en el entorno universitario.
En definitiva, disponer de una Secretaría General bien gestionada es fundamental para garantizar la legalidad, eficiencia, innovación y buenas relaciones en un entorno complejo. Para lograrlo, será esencial fortalecer los recursos humanos, tecnológicos y digitales, simplificar la administración, facilitar el acceso a documentos y difundir las acciones de gobierno y políticas universitarias. Esto mejorará la transparencia y rendición de cuentas, consolidando la integridad y calidad de los servicios, y asegurando el uso adecuado de los recursos.
Los últimos años han evidenciado la importancia cada vez mayor de disponer de una estrategia digital sólida. La creciente automatización de procesos y los avances que se han producido en ciertos aspectos, principalmente a raíz de la eclosión de la Inteligencia Artificial, no hacen sino acentuar su relevancia. El Plan Estratégico 2019-2023 de la Universidad de Cantabria ya identificó la transformación digital como uno de los ejes sobre los que articular el funcionamiento de la institución. Desde su aprobación (hace ya 5 años) se han producido varias situaciones que refuerzan de manera significativa el papel de la política digital en el sistema universitario.
Entre ellas, destacamos la irrupción de la IA en todos los ámbitos universitarios, la aprobación de la LOSU, la consolidación de las alianzas de universidades europea o la apuesta por la formación permanente a través de títulos propios y microcredenciales. Por otro lado, esta paulatina transformación digital no está exenta de riesgos, retos y dificultades que necesariamente tendrán que afrontarse: ciberseguridad, formación en competencias digitales y protección de datos, entre otros.
Asimismo, la innovación y la digitalización son cruciales para la Editorial de la UC. Estas mejoras no solo optimizan el acceso y la eficiencia de las publicaciones, sino que también aseguran la calidad científica y técnica. Además, facilitan el intercambio de conocimiento a través de la ciencia abierta, alineándose con los objetivos de modernización institucional, y reforzando la visibilidad y proyección de la UC en el ámbito académico.